oyemexico.com

Necesita Instalar Flash Player para usar este reproductor

lunes, 24 de agosto de 2009

Los tratados de Córdoba y nuestra capacidad para crear acuerdos


Javier Duarte


Este día de enorme importancia en la historia nacional y que no siempre se le da el peso que merece, he considerado importante hacer una reflexión de su significado y trascendencia para los mexicanos del presente.


Hoy 24 de agosto es, o debiera ser, una fecha tan relevante como el 16 de septiembre ¿la razón? Un día como hoy en nuestra querida Córdoba Veracruz se logró consumar la independencia de México, y gracias a ese paso se pusieron los pilares de nuestra gran nación.

Creo que nadie expresa mejor la relevancia de dicha fecha que los historiadores José Basilio de Unanue y Lucas Ríos Domínguez:


“En Dolores se inicia la Independencia y en Córdoba se consuma, una abre y la otra cierra, una alienta y la otra ejecuta, una enciende la antorcha y la otra funde las cadenas de opresión, una principia con ideales y la otra los hace realidad, una empieza con una campana y la otra termina con una bala y una firma; una lucha y la otra consuma, son pues el alfa y la omega de nuestra Independencia” José Basilio de Unanue y Lucas Ríos Domínguez.


Además, lo más relevante del hecho es que nuestra nación no surgió como producto del avasallamiento de unos sobre otros, de la imposición unilateral de las ideas o convicciones de un grupo sobre el resto. No, nuestro México surgió del acuerdo, del entender que la violencia puede ser substituida por el diálogo, que las coincidencias pueden y deben ser más importantes que las diferencias.


Mencionó y comparto lo anterior porque estoy convencido que hoy más que nunca antes, nuestro país requiere urgentemente retomar la lección de los Tratados de Córdoba y dejar a un lado las disputas y diferencias de toda índole para lograr acuerdos y grandes consensos que nos impulsen renovados hacia el futuro.


Dichos acuerdos nos deben llevar a lograr las grandes reformas aplazadas, que México demanda con urgencia: la hacendaria, la educativa y la energética (que no sólo de PEMEX) mucho más amplia en alcances y propósitos y, desde luego, una gran reforma del Estado que redefina la relación de los estados con el gobierno de la república en aras de construir un auténtico federalismo, más justo, equitativo e impulsor del desarrollo de todas las regiones del país, especialmente de las más olvidadas. Menciono esto porque a unos días de tomar posesión como diputado federal, estoy conciente de que hay una gran labor que hacer en estas áreas, y comprometo todo mi esfuerzo y capacidad para impulsar y lograr acuerdos que contribuyan a lograr dicha tarea.


En resumen, México, cercano a la conmemoración de la independencia, requiere de una refundación, además de una redefinición como país basada en nuevos pactos sociales y políticos que ya no pueden ser postergados. De no hacerlo así, nos exponemos a seguir perdiendo oportunidades que el entorno global ofrece, además de caer cada vez más en la incapacidad de respuesta a grandes desafíos, como la presente crisis económica, así como de rezagarnos en materia de competitividad frente a otras naciones, como Brasil, La India y Singapur, por mencionar algunas, que han logrado significativos avances en los últimos años, basados simplemente en lograr acuerdos y ejecutar reformas.


En resumen, debemos volver a creer en nosotros, en nuestra capacidad para el diálogo y el acuerdo, dejar de ver a quien sustenta diferentes ideas o posturas como enemigo, para verlo como contraparte. Sólo así volveremos a hacer valer nuestra historia, especialmente aquel 25 de agosto de 1821, cuando en Córdoba Veracruz, los mexicanos decidieron hacer hogar y patria libre, soberana e independiente, para nosotros y para nuestros hijos.


No esperemos más, tal y como enarboló mi frase de campaña: hagamos que suceda ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario